El doctor Álvaro Alegre explica por qué esta técnica reduce la carga tumoral en los pacientes con cáncer de hígado El doctor Álvaro Alegre, el tercero a la izquierda, junto a sus compañeros de departamento.»La quimioembolización es un avance para los pacientes oncológicos»
En la Unidad de Radiología Vascular e Intervecionista del Complejo Hospitalario de Jaén, han incorporado la técnica de quimioembolización como tratamiento de los pacientes con cáncer de hígado. Este nuevo procedimiento, permite alargar y mejorar la calidad de vida, de los pacientes que padecen esta enfermedad. El radiólogo vascular e intervecionista, el doctor Álvaro Alegre, junto a los doctores Redondo y Maza, han practicado la quimioembolización en diez pacientes con los que han logrado reducir el tamaño de las lesiones, en la mayoría de los casos.
Este departamento ha incorporado la quimioembolización hepática transarterial, de forma normalizada, en los pacientes con tumores hepáticos primarios, así como, con metástasis hepáticas de otros tumores primarios extrahepáticos. Esta nueva técnica consiste en inyectar partículas embolizantes cargadas con fármacos quimioterápicos en las arterias que nutren a las lesiones tumorales, con el doble objetivo de cesar el flujo sanguíneo, que recibe el tumor, y de concentrar, de forma selectiva, la liberación del agente quimioterápico, en el tumor. De este modo, se reduce la carga tumoral “llegando incluso a desaparecer, en algunos casos”.
Las primeras experiencias en embolización de tumores hepáticos, datan de principios de los años 90 en Japón y en EEUU. Desde entonces, la quimioembolización ha logrado una gran evolución, llegándose a implantar en las Unidades de Radiología Vascular e Intervencionista de los centros sanitarios españoles de referencia regional.
Es por esta razón, que el doctor Alegre ha explicado a Redacción Médica en qué consiste la técnica que llevan a cabo en la Unidad de Radiología Vascular e Intervecionista, donde trabajan de la manera de la manera más eficaz por y para los pacientes que sufren esta enfermedad.
¿Qué novedades presenta esta nueva técnica que da “esperanzas” a los pacientes con cáncer de hígado?
La quimioembolización hepática transarterial supone un avance para los pacientes que padecen cáncer de hígado, ya que este método permite que lleguemos a inyectar el fármaco, específicamente, en la arteria que rega al tumor, para liberar partículas embolizantes cargadas de medicación antitumoral. Así lo que se logra la reducción del tamaño del tumor llegando incluso a desaparecer, en algunos casos. Lo que hacemos es cortar el riego de las arterias de las que se nutre el tumor. Este método es más efectivo que los que se venían practicando porque permite la muerte de las células cancerosas y logra concentrar la medicación quimioterápica de forma selectiva en el tumor.
¿Qué resultados han obtenido con la aplicación de la quimioembolización en el Complejo Hospitalario de Jaén?
Las primeras experiencias en embolización de tumores hepáticos datan de principios de los años 90 en Japón y EEUU
Esta técnica la empezamos a aplicar en el hospital a principios de marzo de 2017. La hemos empleado en 10 pacientes con cáncer de hígado (tanto primario como metastásico), logrando 9 resultados favorables, lo que supone un éxito del 90 por ciento. Estos pacientes han podido ver reducida su carga tumoral, con el objetivo de aumentar su calidad de vida.
Usted y el resto de sus compañeros han podido alargar la vida de nueve pacientes con cáncer de hígado. ¿Cómo se siente al haber logrado alargar la vida de personas que tenían la enfermedad muy avanzada?
Para nosotros -incluye a sus compañeros de la Unidad- los resultados, obtenidos en estos pacientes son muy importantes, porque estamos intentando demostrar que esta técnica mejora el pronóstico de esta enfermedad. Pero aún queda mucho trabajo de seguimiento (es pronto para hacer una evaluación definitiva de su efectividad). A pesar de ser considerado un tratamiento paliativo del cáncer, encaminado a reducir el tamaño de las lesiones tumorales y para un mejor control de la enfermedad, se tiene la esperanza de que este tratamiento sirva de puente -en algunos pacientes- para otras terapias de intención curativa, como la cirugía o la termoablación tumoral percutánea.
¿Cuándo se puede someter al paciente a una quimioembolización?
La quimioembolización se practica a pacientes con cáncer de hígado, que debido a su estado, no se pueden someter a los tratamientos de intención curativa: la cirugía de extirpación o la termoablación percutánea. En estos casos, la quimioembolización juega un importante papel, siendo una técnica que se irá aplicando en cada vez más centros.
¿Se puede aplicar en todos los hospitales españoles?
Actualmente, las indicaciones de la quimioembolización están bastante estandarizadas en las guías internacionales de práctica clínica. Es una técnica compleja, que requiere de una infraestructura sanitaria adecuada (sala de radiología vascular) y también de una formación específica en un equipo especializado en Radiología Vascular e Intervencionista, que implica a médicos especialistas y al personal de enfermería. También es recomendable crear un Comité Multidisciplinar, que cuente con profesionales especialistas en diferentes áreas (aparato digestivo, cirugía general, oncología, radiología, etc.) para valorar de forma conjunta la atención integral de este tipo de pacientes.
Por todo lo comentado anteriormente, este procedimiento no se puede hacer en cualquier centro hospitalario. En nuestro centro hospitalario se instaló un nuevo equipo de angiografía vascular de altas prestaciones, lo que supuso un importante impulso en la implantación de nuevas técnicas terapéuticas intervencionistas.
Hoy se cuenta con más información que cuando se empezó a aplicar esta técnica, además de la evolución de las nuevas tecnologías. ¿Cuál es la próxima evolución que espera que se produzca en la cura del cáncer de hígado?
A día de hoy se cuenta con más información sobre la patogénesis del cáncer hepático, disponemos de más medios técnicos y se ha profundizado en la mentalidad de trabajo en equipo, de las diferentes especialidades que abordan a este tipo de pacientes. Esto permitirá ofrecer tratamientos más efectivos y personalizados. En la actualidad, nuestro campo tiene puestas sus esperanzas en la mejora de las técnicas de radiología intervencionista que ya empleamos contra el cáncer (quimioembolización, embolización portal, termoablacion tumoral, etc.), y en la innovación de otros procedimientos que se están empezando a aplicar, con buenos resultados, como es el caso de la radioembolización, que se utiliza también para el efecto antitumoral de las partículas cargadas con isótopos que emiten radicación frente a las células cancerosas.
Llevan aplicando esta técnica desde el mes de marzo, ¿Qué paso esperan dar desde la Unidad de Radiología Vascular del Complejo Hospitalario de Jaén en quimioembolización?
En este hospital, hasta hace poco tiempo, sólo había un radiólogo vascular, ahora mismo somos tres y tenemos formación específica que hemos adquirido en el Hospital Universitario Reina Sofía (Córdoba) y el Hospital Universitario de Granada, que cuentan con una reconocida trayectoria en el campo de la radiología vascular.
Espero que en un futuro próximo podamos seguir avanzado en la implantación de técnicas terapéuticas intervencionistas, que hasta ahora no estaban disponibles para los pacientes de Jaén, así como que nuestros resultados sean homologables con otros centros de referencia.
¿Cómo responden los pacientes cuándo les informa de que se van a someter a este tratamiento?
Suelen ser pacientes que están en un momento avanzado de su enfermedad, a los que esta técnica les puede ofrecer la posibilidad de aumentar su esperanza de vida. Primero se lleva a cabo una selección de casos, en el Comité Multidisciplinar de Patología Hepática de nuestro hospital, donde especialistas de diferentes áreas aportan información de cada caso y su visión al respecto. Después, cuando se seleccionan a los pacientes candidatos a qumioembolización, se les informa sobre lo que este tratamiento les puede aportar y en cuanto a la mejoría del curso de su enfermedad. Por lo que generalmente, se muestran esperanzados, responden bien y suelen aceptar el tratamiento.