El portavoz de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), Javier de Santiago, ha adelantado que la organización está preparando una ‘oncoguía’, que previsiblemente se publicará en noviembre, en la que recomendarán realizar la primera mamografía, junto a la exploración, a las mujeres de 35 años.
El experto se ha pronunciado así durante la jornada ‘Diálogos AECC: mujeres con cáncer de mama menores de 45 años’, organizado por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y con motivo de la celebración, el próximo 19 de octubre, del Día Mundial de la enfermedad. Se trata, tal y como ha explicado, de una prueba que ayudaría a detectar a aquellas mujeres que podrían estar en riesgo de padecer un cáncer de mama en el futuro, individualizando así su seguimiento.
Ahora bien, la recomendación, tal y como ha puntualizado el experto, no significa que se reduzca a los 35 años la edad de comienzo de los cribados, sino que sea en ese momento cuando se realice la primera mamografía y ya a los 50 años incluirlas en estos programas.
«La mamografía es útil para el cáncer de mama sea la edad que sea. Por eso, vamos a recomendar hacer la primera a mujeres jóvenes, pero no que se realicen de forma periódica. Creo que es una posición razonable», ha defendido.
Esta recomendación ha sido rechazada por los portavoces de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), Dolores Salas, y de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFyC), Fernando López Verde, quienes han abogado por mantener a los 50 años la edad inicial de comienzo de las mamografías.
Este debate ha surgido por el hecho de que el 20% de los tumores de mama se diagnostican en mujeres menores de 45 años, es decir, en aquellas que están por debajo de la edad de cribado. Sin embargo, y pese a ello, los expertos han recordado que aunque la incidencia de este cáncer empieza a incrementarse a partir de los 35 años, es a la edad de los 50 cuando se triplican los números de casos.
De hecho, el cáncer de mama es el tumor más frecuente entre las mujeres, diagnosticándose en España unos 25.000 casos cada año, lo que supone el 30% de los todos cánceres detectados entre la población femenina. Ahora bien, según ha informado la Dra. Salas, la incidencia ha sufrido un ligero aumento en los últimos años en todos los grupos de edad, aunque la tasa en España es de las más bajas de Europa Occidental.
En este punto, la experta ha señalado que tres de cada cuatro casos se diagnostican de forma precoz y ha asegurado que la tasa de supervivencia en España es la más alta de Europa, situándose actualmente en el 83% el número de mujeres que sobreviven a los cinco años del diagnóstico.
Todo ello ha sido gracias al aumento de la concienciación por parte de la sociedad de los factores de riesgo y, más aún, de las herramientas de diagnóstico precoz como, por ejemplo, los cribados. No obstante, los expertos han reconocido que todavía queda «mucho por hacer» para lograr llegar al 100% de supervivencia a los cinco años y mejorar las condiciones de vida de las mujeres que han sobrevivido a este tumor.
Ejemplo de ello son los programas de criopreservación de ovocitos que permiten preservar la fertilidad a las mujeres antes de que se sometan a los tratamientos contra el cáncer y que, dependiendo del hospital, centro y comunidad autónoma al que acudan se les da, o no, esta posibilidad.
«A mí me diagnosticaron de cáncer de mama a los 22 años, me hicieron una mastectomía radical antes de la radioterapia y me dijeron que no podía conservar mis óvulos, por lo que me provocaron una menopausia precoz. A pesar de ello, afortunadamente puedo decir que ya estoy completamente curada», ha narrado la miembro del Comité de Pacientes de la AECC, María Sáez.
Además, Sáez tardó hasta un año en recibir el diagnóstico de cáncer de mama porque los médicos no sospecharon que, a su edad, los síntomas que padecía (secreción por el pezón, bultos y fuertes dolores) eran propios del tumor. Por este motivo, el Dr. López Verde ha subrayado la importancia de que los médicos de Atención Primaria se sensibilicen con este asunto y sepan derivar los casos sospechosos, tengan la edad que tengan.
Del mismo modo, prosigue, es necesario que alerten cuando sean mujeres con antecedentes familiares de cáncer de mama en menores de 50 años, cuando se han producido más de dos casos de este tumor en su entorno familiar más cercano, cuando alguien de su familia ha sufrido un cáncer mama y ovario de forma simultánea y cuando un varón ha padecido un tumor en el pecho.
«Los cánceres hereditarios no suponen más del 10% de todos los que se detectan, pero es necesario que el médico de Atención Primaria esté en alerta y sepa derivarlos al especialista», ha recalcado el coordinador del Grupo de Trabajo de Cáncer de SEMFyC.
Asimismo, prosigue, las mujeres también deben ser las que alerten al médico de un posible cáncer de mama cuando se detecten secreciones en el pezón, nódulos, retracción del pezón, cambios en la forma de la mama, edemas o ganglios unilaterales en las axilas.
En este punto, el consejero de la AECC, Javier Cortés, ha avisado de que las autoexploraciones mamarias no han demostrado que sean eficaces, ya que pueden crear falsas alarmas, si bien ha subrayado la importancia de prevenir los factores de riesgo.
«Hay que hacer educación para la salud, fomentar la lactancia, el ejercicio físico de forma regular y limitar el consumo de alcohol. Hay que situar al cáncer hereditario en el sitio adecuado para evitar conductas inadecuadas y conseguir que la paciente sintomática se incluya en los circuitos de acceso rápido a los tratamientos», ha zanjado el Dr. Cortés.
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