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El estudio sobre cómo se adaptan las células a la falta de oxígeno les ha valido a William G. Kaelin Jr, Peter J. Ratcliffe y Gregg L. Semenza para alzarse con el Premio Nobel de Medicina 2019. La Oncología es uno de los campos donde sus descubrimientos han tenido, y pueden tener, una mayor repercusión. Y el paradigma, explica Guillermo de Velasco, secretario científico de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), es el cáncer renal.

«La hipoxia, es decir, la falta de oxígeno en las células, es un mecanismo que puede ocurrir en el cáncer, de tal forma que en algunos tumores donde hay una hiperactuación de los mecanismos asociados a la falta de oxígeno, su estudio (el de los tres Nobel) está relacionado con el desarrollo de fármacos activos en ellos», explica el experto.

De Velasco pone de ejemplo la conexión con la molécula factor inducible por hipoxia (HIF, por sus siglas en inglés): «En condiciones normales, la célula tiene oxígeno. Sin embargo, en situaciones donde hace falta ese oxígeno, lo que ocurre es que hay una producción de eritroproyectina (EPO) para que se produzca más glúbulos rojos como mecanismo compensatorio». Pero la EPO, señala, no es su único target. Se ha visto que HIF tiene más de 200 donde se puede actuar.

Las implicaciones

Una de la conexiones de esta molécula ha sido especialmente relevante en el cáncer renal. «Porque en este cáncer se sabe que uno de los mecanismos donde HIF está continuamente falla un gen que hace que esta molécula esté continuamente hiperactivada. De tal forma que hay una angiogénesis continua. Los antiangiogénicos son, por tanto, una consecuencia de entender la fisiopatología del cáncer renal», explica.

Este mecanismo también se está utilizando para la anemia. Asimismo, de Velasco señala que se está probando una medicación en ensayos clínicos para la enfermedad de Von Hippel-Lindau (VHL), un síndrome que se da entre quienes heredan una mutación en el gen VHL, un supresor tumoral, que puede producir hemagioblastomas cerebelosas y en las retinas. Las pruebas para nuevos fármacos pasarn por bloquear directamente el HIF.

«El Nobel es un premio a años de investigación que les ha llevado a sentar una base para que muchísima gente haga investigación alrededor de ella», concluye el oncólogo. En el futuro, predice, seguramente sigamos viendo los frutos de su estudio.

Fuente: www.redaccionmedica.com