NEW ORLEANS. Un extenso estudio europeo ha demostrado que el análisis de 70 genes mediante el dispositivo MammaPrint permite identificar a pacientes con cáncer de mama en etapa temprana en las que se puede omitir sin riesgo la quimioterapia posquirúrgica, aun cuando las pacientes presenten características clínicas indicativas de alto riesgo.
Los resultados de este estudio se han esperado con gran interés desde que se inició en el 2007.
Conocido como MINDACT (Estudio de microarreglos en enfermedad ganglionar negativa puede evitar la quimioterapia), en él participaron 6693 pacientes de nueve países europeos.
Con un costo de aproximadamente 47 millones de euros (53 millones de dólares estadounidenses), y financiamiento proporcionado por la Fundación Benéfica de la Organización Europea para la Investigación y el Tratamiento del Cáncer (EORTC).
Los datos de los resultados, con una mediana de seguimiento de 5 años, fueron comunicados por primera vez aquí en el Congreso Anual de la American Roentgen Ray Society 2016.
Las pacientes participantes en este estudio tenían cáncer de mama en etapa temprana y se habían sometido a tratamiento quirúrgico. Para toda la población del estudio, los resultados demostraron que el empleo del análisis genómico dio lugar a una disminución del 14% en la utilización de la quimioterapia por contraposición a la valoración de las manifestaciones clínicas de la enfermedad.
Sin embargo, los resultados fueron aún más notables para un subgrupo de pacientes que fueron clasificadas bajo la categoría de alto riesgo en la valoración clínica. En estas pacientes, la utilización del análisis genómico se relacionó con una reducción del 46% en la prescripción de quimioterapia.
“El estudio MINDACT proporciona evidencia de nivel 1A de que el empleo de MammaPrint podría modificar la práctica clínica al reducir considerablemente el grado de utilización de quimioterapia posquirúrgica y evitar a muchas pacientes un tratamiento radical del cual no se beneficiarán”, dijo la Investigadora principal Martine Piccart, PhD, jefa del Departamento de Medicina del Instituto Jules Bordet en Bruselas, y cofundadora y presidenta del Grupo Internacional de Mama (BIG).
Tras felicitar a la Dra. Piccart y sus colaboradores por su “iniciativa de investigación heroica”, el coordinador de sesión, el Dr. Harold Burstein, del Instituto de Cáncer Dana-Farber en Boston, dijo que los nuevos datos representan una “contribución original” al campo. “Si se integra este análisis genómico en la práctica clínica, se podrá identificar a pacientes que pueden omitir la quimioterapia”, dijo.
Sin embargo, el Dr. Burstein también señaló que los resultados “se basan principalmente en la heterogeneidad de los tumores malignos con positividad para ER y negatividad para HER2, que son los terrenos conocidos para otras caracterizaciones y análisis genómicos”.
No está claro dónde encajará MammaPrint entre los demás análisis de perfiles de expresión génica que ya están disponibles, en concreto Oncotype Dx, que se utiliza ampliamente en Estados Unidos y domina en el mercado. Un médico estimó que MammaPrint tiene solo un 10% de participación en el mercado.
La Dra. Piccart espera que los nuevos datos alentarán a los médicos a utilizar MammaPrint, pero también reconoció que existen otras pruebas genómicas que “son muy satisfactorias”.
Dijo: “Lo que es importante es que las pacientes tengan acceso a una de estas pruebas genómicas”.
Señaló que en el pasado (y en el estudio), la prueba MammaPrint se realizó en muestras de tejido congelado, las cuales debían transportarse en nitrógeno líquido al laboratorio para análisis. Esto se ha citado como una desventaja importante de la prueba para su empleo constante en la práctica clínica. Sin embargo, una nueva versión de MammaPrint ha estado disponible durante casi 2 años y se lleva a cabo en muestras de tejido fijados en parafina, la forma más frecuente de almacenar las muestras. Fuente: espanol.medscape.com