Un único conjunto de datos a largo plazo del ejército de su país ha servido para que investigadores suecos revelen que el acné en la adolescencia tardía está asociado con un mayor riesgo, estadísticamente significativo, de desarrollar cáncer de próstata en comparación con aquellos que no lo padecen.
El análisis, publicado en el International Journal of Cancer, es el primer estudio prospectivo a gran escala, basado en la población, que usa el acné diagnosticado clínicamente para evaluar la idea de que la condición de la piel puede estar relacionada con el cáncer de próstata.
El equipo sueco revisó los datos de salud a largo plazo de 243.187 hombres jóvenes, casi todos nacidos a mediados de la década de 1950, y reclutados en el ejército del país a los 18 y 19 años de edad durante la década de 1970. En ese momento, el servicio militar era obligatorio en Suecia, pero este requisito se eliminó en la década de 1980. El acné fue una de las muchas condiciones evaluadas y registradas en el momento de la conscripción.
Durante una media de seguimiento de 36,7 años, 1.633 hombres fueron diagnosticados con cáncer de próstata, según informan los autores del estudio, dirigidos por Henrik Ugge, urólogo de la Universidad de Örebro. La mayoría de los hombres con cáncer de próstata no tenían acné (1.586) frente a los que sí tenían (47). Sólo 2 de estos tenían la enfermedad grave.
El riesgo de cáncer de próstata estuvo presente para el acné en general, pero fue más dramático para el acné severo. Una epidemióloga no involucrada con el estudio señaló que el hallazgo de este último acné es menos exacto. «La relación de riesgo se basa en solo 2 hombres con acné severo que desarrollan cáncer de próstata. Esa estimación no es muy precisa, todo lo contrario que la asociación para el acné vs no acné, que es mucho más precisa», explica Elizabeth Platz, profesora de Epidemiología en la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg en Baltimore, Maryland.
«Evidencia acumulada»
La prevalencia del acné registrada del 2 por ciento en la cohorte militar, dicen los autores del estudio, es mucho más baja que la de la población adolescente general en los países occidentales. Sin embargo, señalan que el 2 por ciento está de acuerdo con otros hallazgos sobre el acné en entornos similares. En resumen, sugieren que el acné tuvo que ser extenso para ser registrado y muy grave para ser registrado como grave.
Al observar el estadio de la enfermedad, los investigadores encontraron una asociación estadísticamente significativa entre el acné y el cáncer avanzado. Sin embargo, el vínculo con la enfermedad localizada fue de significancia «límite».
Los nuevos hallazgos se suman a la «evidencia acumulada» que sugiere que el propionibacterium acnes, que comúnmente se asocia con el acné vulgar, puede desempeñar un papel en la carcinogénesis de la próstata, según afirman Ugge y sus coautores.
P acnes es parte de la flora normal de la piel, el intestino grueso y otros órganos, pero puede volverse patógena. La bacteria ha sido identificada como el microorganismo más prevalente en las muestras de cáncer de próstata, señalan los autores. Además, agregan que estas bacterias también se han relacionado con la presencia de focos inflamatorios en el cáncer de próstata.
La tetraciclina, un marcador
El equipo sueco ha sido uno de los muchos en el mundo que investigan la posible asociación entre el acné y el cáncer de próstata en la última década. «Hemos observado, por ejemplo, que los acné P son más comunes en las próstatas de los hombres con cáncer de próstata en comparación con los controles sin cáncer», explica Ugge a Medscape Medical News.
Por ejemplo, otro estudio de cohortes que utilizó datos recolectados prospectivamente mostró un aumento en el riesgo de cáncer de próstata en hombres que tuvieron un tratamiento con tetraciclina durante más de 4 años; el medicamento se receta comúnmente para el acné severo y se usó como un marcador del mismo. El autor principal de ese documento de 2007 fue Platz, que explica a la misma revista que el posible vínculo entre el acné y el cáncer de próstata «no es de conocimiento común».
Platz afirma, además, que es más reconocido que el fenómeno de la inflamación del tejido prostático pueda estar relacionado con el desarrollo del cáncer de próstata. «Una infección bacteriana, como con P acnes, es un posible desencadenante de la inflamación», explica.
«Estoy impresionado por la escala del estudio, el uso inteligente de los registros de reclutamiento militar alrededor de la adolescencia tardía que incluía información sobre el acné del examen físico y la capacidad de seguimiento estos hombres por cáncer de próstata», reponde al ser preguntada por el nuevo estudio sueco.
Los otros «pocos» estudios epidemiológicos que exploran el vínculo entre el cáncer de próstata y el acné han sido «inconsistentes», resaltan Ugge y sus coautores. Pero observan que esa bolsa mixta puede ser el resultado del acné autoinformado y la recopilación de datos retrospectivos.
El extenso mantenimiento de registros a nivel federal en Suecia fue de gran ayuda para examinar la posible relación entre el acné y el cáncer de próstata. «La posibilidad de evaluar la gran cohorte disponible en el Registro Militar Sueco de Reclutamiento presentó una gran oportunidad para abordar la cuestión, aunque sea indirectamente, desde una perspectiva epidemiológica», dice Ugge.
El cáncer de próstata fue detectado en su mayoría antes de lo habitual
Se desconoce si las asociaciones encontradas se mantendrán para el cáncer de próstata en edades posteriores, pero Ugge sospecha que los vínculos continuarán a lo largo del tiempo. «Es posible que este hallazgo solo sea válido para el cáncer de próstata a una edad más temprana», dice, al tiempo que señala que «un estudio epidemiológico previo -el realizado por el Dr. Platz y sus colegas]- con seguimiento a una edad más avanzada, que utilizó un tratamiento prolongado con tetraciclina como marcador de acné severo, observó resultados similares. Esto sugiere que la asociación también puede generalizarse a edades posteriores «.
Sin embargo, se necesita más investigación sobre este posible vínculo entre el acné y el cáncer de próstata. Por ahora, «el resultado del estudio es de mayor interés teórico, en la discusión general sobre el papel de la inflamación y la posible implicación de P acnes en la carcinogénesis prostática», finaliza Ugge.
fuente: https://www.redaccionmedica.com